Los celulares han ido reemplazando poco a poco a las cámaras compactas de bolsillo.
Hace unos meses fui a un concierto de Phoenix, y tomé las siguentes fotos con un Samsung Galaxy III. Las fotos originales son de 7 megapixeles, que aunque no son efectivos, son suficientes para capturar detalles aceptables, sobre todo para impresiones pequeñas.
Por lo general, las cámaras de celulares son muy sensibles a la luz, y en conciertos tienden a sobre-exponer las fotos, eliminando muchos detalles.
Yo siempre ajusto la compensación de la exposición (exposure value) a -2.0 – como muestro en la siguiente imagen, para forzar la cámara a tomar fotos más oscuras. También deshabilito el flash, que es totalmente inservible en estos eventos porque desde el público no alcanza a iluminar a los artistas.