Las fotos de matrimonio exigen gran responsabilidad. Imaginen fallar en un evento tan importante para los novios, familias y amigos!
No soy experto fotógrafo de bodas, por lo tanto prefiero estar detrás de todo, tomando fotos sin compromiso, mientras los fotógrafos contratados se encargan de todo. Sin embargo, en mi experiencia, he detectado cuatro etapas en este tipo de eventos, y fotos que no pueden perderse:
(1) La llegada de la novia
- El novio esperando a la novia
- La llegada de la novia con su padre
- Los pajecitos
- La entrega de la novia del padre al novio
(2) La ceremonia
- El momento del “SI”
- La colocación de las argollas
- El beso
- La firma con los padrinos del acta de matrimonio
(3) El salón de eventos
- El Vals
- El brindis
(4) La fiesta.
- Baile y momentos de alegría de novios con familia y amigos
También es recomendable estar muy atento de los detalles y situaciones. En todo matrimonio suceden cosas singulares, y este no fue la excepción: La pajecita designada se rebeló a ejercer su función y el carro antiguo de los novios tuvo una falla mecánica al terminar la ceremonia en la iglesia. Sin embargo, la reunión fue todo un éxito, donde disparé mi cámara solo encontré sonrisas y expresiones de alegría, y en la mitad de la fiesta se formó un carnaval con bailarinas y marimondas que paró a todos los invitados de sus sillas para bailar.
Por lo general, en Cali los fotógrafos tienden a ser muy tradicionales al tomar las fotos: encuadres formales, enfoque en los novios y familia con poses no muy naturales – el típico equipo de fútbol, pero dejan pasar ciertos detalles característicos del momento que hacen la diferencia en cada matrimonio.
En mi opinión es importante imprimir la emotividad de los novios, familia y amigos, buscar las caras espontáneas, los detalles que adornan el lugar de la ceremonia y el salón de eventos, etc. Los novios invierten en todos esos detalles y en ocasiones el fotógrafo olvida capturarlos. Los asistentes gozan de la fiesta, ríen, bailan, en vez de estar en línea posando para una cámara. Por lo tanto, enfocarse en situaciones naturales es de gran importancia, ya que esos mismos momentos son los que perdurarán en el album del matrimonio.
En la gran mayoría de las fotos, usé un lente de 50 mm, a una apertura de f1.4, para lograr capturar las fotos y movimientos de los invitados sin el uso del FLASH. Tomé aproximádamente 1.600 fotos, obvio, muchas serán descartadas, pero aseguré una gran cantidad de expresiones y momentos valiosos para los novios, ahora esposos.