Esta fue mi primera experiencia con fotografía de desnudos, un tema bastante exigente, y que muchas veces se piensa que es fácil de lograr con una modelo linda y una buena cámara fotográfica.
Estas fotos las tomé en el año 2005, ya tenía experiencia con iluminación y composición, y contaba con un equipo rudimentario de luces contínuas compuesto de una lámpara de 400 vatios como luz principal y una luz direccional de 50 vatios como luz auxiliar.
El estudio lo hice en mi apartamento, en una habitación relativamente pequeña, así que tuve que usar un lente granangular por la falta de espacio. Me preocupaba bastante que quedaran detalles indeseados en las fotografías, como un enchufe, o un interruptor de luz, elementos que fácilmente entran en una foto si no se presta atención al detalle. Como no tenía props para apoyar el estudio, las fotos las enfoqué mucho en la piel y en los detalles.
Iniciar fue bastante difícil. No tenía experiencia y estaba muy nervioso. Habían tres factores que me causaban nerviosismo:
- La inexperiencia, sobre todo en no saber cómo dirigir a la modelo de una forma respetuosa.
- El control de la luz y el ambiente para lograr fotografías profesionales.
- La modelo y el desnudo como tal.
Desde un inicio fui muy sincero con la modelo y le mencioné que las primeras fotos saldrían terribles, pues necesitaba probar varias cosas: Iluminación, composición, ambiente; además necesitaba tiempo porque ella también estaba un poco nerviosa y los dos necesitábamos adquirir confianza mutuamente.
Al cabo de varios minutos logramos esta mutua confianza; las fotos empezaron a mejorar considerablemente y como fotógrafo comencé a inspirarme, experimentando y aplicando lo aprendido en otras áreas de la fotografía para resaltar el relieve de algunas formas, como los senos, el abdomen y la piel en general, y para encuadrar apropiadamente y lograr fotos armónicas en vez de imágenes convencionales de una mujer desnuda.
Algo importante en estos estudios es, por un lado, apreciar la figura de la mujer para retratar el lado femenino y erótico, pero por otro lado, observar las formas apropiadamente para iluminar y componer correctamente.
Otro reto que tuve en estas fotos fue el dejar la cara de la modelo por fuera de las fotografías. Algunas no quedaron muy bien porque es bastante evidente el corte de la cara. Imaginen entonces todo lo que debía tener en cuenta en mi mente para cada disparo de la cámara:
- Iluminación adecuada.
- Composición adecuada.
- Cara por fuera de la foto sin que se note brusco.
- Fondo libre de objetos no deseados.
- Dirección apropiada de la modelo.
- Concentración en la imagen y formas sin dejar a un lado el erotismo.
Pienso que el fotógrafo debe mantenerse en un constante aprendizaje, y auto criticarse para aceptar los errores y corregir en las siguientes oportunidades. De mi parte, viendo estas fotografías después de ocho años, creo que logré un buen trabajo considerando todas las limitaciones que tuve en ese entonces, pero si reconozco ciertas fallas en detalles, así como falta de más búsqueda y experimentación, pues se nota un poco de timidez en estas imágenes.
