En un museo de historia natural se ven cosas muy muy raras, animales preservados en formol que viven en ambientes inhóspitos para el hombre, esqueletos de seres vivos antiguos y actuales, animales disecados, meteoritos, piedras preciosas, etc.
Esta serie de fotos incluye animales raros que viven en el océano. Llaman la atención su aspecto, bastante complejo, y el ambiente lúgubre que acentúa esa sensación macabra de estos animales tan extraños.
La iluminación de un museo es ténue, y por lo general se prohibe el uso del flash, aunque en muchos casos el flash no es recomendado porque genera reflejo sobre el vidrio que está en frente de las cosas. Por lo tanto es necesario adaptar las características de la exposición de tal forma que sea o más prolongada o más sensible a la luz.
Por ejemplo, se podría pensar en usar un número f muy bajo, pero ésto no permite capturar los detalles de las cosas, porque la profundidad de campo es muy corta y sólo una pequeña área queda enfocada. Para capturar detalle, es necesario ajustar el ISO al menos a ISO 800, y así poder usar números f de al menos a f4, y velocidades de obturación suficientes para que la foto no salga movida.
El balance de blancos es difícil porque no todas las luces tienen el mismo color.